La huelga general convocada por CCOO, UGT y otros sindicatos y partidos es sin duda perfectamente legal, y también legítima si se consideran los recortes de derechos laborales que conlleva la reforma laboral aprobada, mediante Decreto-Ley, por el Gobierno del PP (aunque se tramitará como Ley en el Parlamento, lo que permitirá seguir el debate político y proponer enmiendas, como hará UPyD).
Sin embargo, esta huelga general se ha convocado no sólo contra la reforma laboral del gobierno de Rajoy –reforma que no compartimos-, sino contra cualquier reforma laboral que modifique el actual mercado de trabajo. Pues bien, UPyD considera imprescindible hacer una reforma laboral que acabe con la injusta y económicamente desastrosa dualidad del mercado laboral, divido entre contratos históricos con derechos sindicales y contratos precarios mucho peores. Proponemos, como es sabido, acabar con la variedad de contratos actual y aprobar un contrato único indefinido, con indemnización por despido creciente con el tiempo, y muy pocas y claras excepciones (contratos rigurosamente temporales para sustituciones, agricultura y turismo).
Los convocantes de la huelga general del 29 también están en contra de una reforma laboral como la que propone UPYD, razón más que suficiente para que no podamos apoyar la huelga general, y critiquemos el conservadurismo inmovilista de los sindicatos tradicionales y los partidos que les apoyan.
Por eso mismo, reconociendo la legalidad de la convocatoria de huelga y la existencia de razones que la apoyan, no vamos a apoyar ni votar, ni suscribir de ninguna manera, iniciativas de ningún tipo a favor de esa huelga. Además, pediremos que así como debe respetarse el derecho a la huelga, se respete también el derecho a trabajar de quienes no la compartan. E insistiremos en la importancia de acabar con un mercado laboral dual injusto, discriminatorio (sobre todo para jóvenes, mujeres e inmigrantes) y causa de buena parte del desempleo actual, especialmente del intolerable paro juvenil.