lunes, 27 de junio de 2011

Vivimos Getafe. Regeneración democrática ¿por dónde empezamos?

La expresión “regeneración democrática” se ha puesto de moda y, como es natural, no todos la usamos con el mismo significado.


En UPyD la usamos desde nuestro nacimiento, ahora la usan muchos analistas y lo han puesto de moda iniciativas y movimientos como #nolesvotes, Democracia Real Ya y los Indignados. El sistema democrático nacido en la Transición ha degenerado por muchas causas y los ciudadanos piden cambios a gritos. Getafe ha sido un claro ejemplo con un mismo alcalde 28 años.

Lo que urge y lo primero es moralizar la vida pública. Entrar en las instituciones para servir al interés general y no al particular ni partidario. Abrir las ventanas, los cajones y los armarios; levantar las alfombras y pasar la escoba; poner sobre la mesa lo que había estado tapado, desde el estado de las cuentas públicas al funcionamiento interno escamoteado al control de todos.

Moralizar la vida pública no es sin embargo el objetivo de la política de regeneración democrática de UPyD, sino un requisito para su puesta en marcha, el saque que inicia el partido. Su objetivo no es sólo dar buen ejemplo y demostrar que las cosas se pueden hacer de otra manera, sino devolver a las instituciones la legitimidad que han perdido por el mal uso que han hecho de ellas. La vida pública se moraliza con cargos públicos austeros que no buscan privilegios para sí ni para otros, mediante políticas de transparencia y apertura a la ciudadanía y con instituciones eficaces que resuelvan problemas y aporten más beneficios que costos.

Los problemas políticos que tenemos solo va a solucionarlos una política mejor y más democracia, pero para eso es indispensable acabar con las malas prácticas, la opacidad, la ineficacia. Se puede empezar renunciando a gastos superfluos y cien medidas inmediatas. Pero lo importante es empezar ya. Por eso renunciamos a repartirnos concejalías y dietas por Consejos de Administración de Empresas Públicas. Tres son las bases austeridad, reformas y transparencia.

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